domingo, 29 de mayo de 2016

Sugerencia. Palabras para Julia, José Agustín Goytisolo


Palabras para Julia

 

Tú no puedes volver atrás,
porque la vida ya te empuja,
como un aullido interminable,
interminable.

Te sentiras acorralada,
te sentirás, perdida o sola,
tal vez querrás no haber nacido,
no haber nacido.

Pero tú siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en tí, pensando en tí,
como ahora pienso.

La vida es bella ya verás,
como a pesar de los pesares,
tendrás amigos, tendrás amor,
tendrás amigos.

Un hombre solo, una mujer,
así tomados, de uno en uno,
son como polvo, no son nada,
no son nada.

Entonces siempre acuérdate,
de lo que un día yo escribí,
pensando en tí, pensando en tí,
como ahora pienso.

Nunca te entregues, ni te apartes,
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo,
y aquí me quedo.

Otros esperan que resistas,
que les ayude tu alegría,
que les ayude tu canción,
entre sus canciones.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí,
pensando en tí, pensando en tí,
como ahora pienso.

La vida es bella ya verás,
como a pesar de los pesares,
tendrás amigos, tendrás amor,
tendrás amigos.

No sé decirte nada más,
pero tú debes comprender,
que yo aún estoy en el camino,
en el camino.

Pero tú siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí,
pensando en tí, pensando en tí,
como ahora pienso.


José Agustín Goytisolo

Puedes escucharla cantada por Paco Ibáñez.

domingo, 8 de mayo de 2016

Sugerencia: Llorar a lágrima viva. Oliverio Girondo

Paul Klee,  refuge


Llorar a lágrima viva

Llorar a chorros.
Llorar la digestión.
Llorar el sueño.
Llorar ante las puertas y los puertos.
Llorar de amabilidad y de amarillo.

Abrir las canillas,
las compuertas del llanto.
Empaparnos el alma,
la camiseta.
Inundar las veredas y los paseos,
y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.

Asistir a los cursos de antropología,
llorando.
Festejar los cumpleaños familiares,
llorando.
Atravesar el África,
llorando.

Llorar como un cacuy,
como un cocodrilo...
si es verdad
que los cacuies y los cocodrilos
no dejan nunca de llorar.

Llorarlo todo,
pero llorarlo bien.
Llorarlo con la nariz,
con las rodillas.
Llorarlo por el ombligo,
por la boca.

Llorar de amor,
de hastío,
de alegría.
Llorar de frac,
de flato, de flacura.
Llorar improvisando,
de memoria.
¡Llorar todo el insomnio y todo el día! 




Oliverio Girondo