viernes, 30 de octubre de 2015

Sugerencia. Siempre solo, Miguel Labordeta


Siempre solo
con mis sueños
y mi carne.

Con mi cantar indeciso
entre labios
atravieso las calles
bajo la lluvia.

                 Miguel Labordeta



Sugerencia. Despedida del mar. José Hierro




Despedida del mar


Por más que intente al despedirme
guardarte entero en mi recinto
de soledad, por más que quiera
beber tus ojos infinitos,
tus largas tardes plateadas,
tu vasto gesto, gris y frío,
sé que al volver a tus orillas
nos sentiremos muy distintos.
Nunca jamás volveré a verte
con estos ojos que hoy te miro.

Este perfume de manzanas,
¿de dónde viene? ¡Oh sueño mío,
mar mío! ¡Fúndeme, despójame
de mi carne, de mi vestido
mortal! ¡Olvídame en la arena,
y sea yo también un hijo
más, un caudal de agua serena
que vuelve a ti, a su salino
nacimiento, a vivir tu vida
como el más triste de los ríos!

Ramos frescos de espuma... Barcas
soñolientas y vagas... Niños
rebañando la miel poniente
del sol... ¡Qué nuevo y fresco y limpio
el mundo...! Nace cada día
del mar, recorre los caminos
que rodean mi alma, y corre
a esconderse bajo el sombrío,
lúgubre aceite de la noche;
vuelve a su origen y principio.

¡Y que ahora tenga que dejarte
para emprender otro camino!...

Por más que intente al despedirme
llevar tu imagen, mar, conmigo;
por más que quiera traspasarte,
fijarte, exacto, en mis sentidos;
por más que busque tus cadenas
para negarme a mi destino,
yo sé que pronto estará rota
tu malla gris de tenues hilos.
Nunca jamás volveré a verte
con estos ojos que hoy te miro.


jueves, 15 de octubre de 2015

Perdices en el campanario. Mela


Perdices en el campanario


No quiero palomas,
no veo las gaviotas.

El metal repica silencio,
garganta árida en el mar de los ojos,
olas con espuma de barro
arrastran mi cuerpo de piedra.

¿Qué te anuncia su voz?

Despacio y gritando,
bastan unas palabras
y la sigues con los párpados reposados.

Hoy se estremecen las perdices en el campanario.

No te nombro
no puedo.
Prestame un ratito tu bálsamo
para esta herida que no sangra.

Te plantaré albahaca entre jazmines,
me vestirás mayo de violetas,
cogeremos mandarinas en los limoneros,
cantaré nanas a los sapos,
trillarás y aventarás mis miedos.

No te nombro
no puedo.

Hoy se estremecen las perdices en el campanario.

Mela               

miércoles, 7 de octubre de 2015

El tiempo vence la distancia